La infraestructura de red es el sistema circulatorio de cualquier empresa. Un proyecto bien diseñado considera crecimiento, energía y gestión desde el inicio. Antes de tender un solo metro de cable, conviene levantar requerimientos: cantidad de puestos, dispositivos PoE (cámaras, teléfono IP, access points), salas técnicas y resiliencia esperada. Con esa información, elegir Cat 6/6A para oficinas nuevas y fibra en troncales largas o de alta densidad se vuelve una decisión técnica, no una apuesta.
En la instalación, el detalle importa. Mantener distancias y radios de curvatura, separar canalizaciones de datos y eléctricas y certificar cada tramo evita problemas intermitentes que son difíciles de diagnosticar. La energía condiciona la estabilidad: switches, routers y servidores deben contar con UPS suficientes para soportar microcortes y garantizar un apagado ordenado. Documentar nombres de patch panels, faceplates y rutas simplifica el soporte posterior.
La configuración completa el círculo. Segmentar con VLAN por tipo de tráfico (producción, invitados, CCTV, administración) eleva la seguridad y facilita el diagnóstico. En WiFi, planear ubicación de APs, potencia y canales reduce interferencias y mejora el roaming. Un presupuesto de PoE calculado antes de comprar switches evita sorpresas cuando conectes cámaras y puntos de acceso.
Errores comunes que conviene evitar:
- Mezclar datos y eléctrica en la misma canaleta.
- No calcular el presupuesto PoE y quedarse corto al encender cámaras/APs.
- Carecer de una VLAN de invitados y exponer la red interna sin necesidad.
Antes de la entrega, realiza pruebas de throughput y latencia por VLAN y elabora un pequeño heatmap de cobertura WiFi para validar que el plano se corresponde con la realidad. Una carpeta con esquema IP, credenciales en bóveda y procedimiento de recuperación minimiza el tiempo de respuesta ante cualquier incidente.
